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El futuro de las cookies

En mi anterior post hablé de que internet había hecho realidad cosas imposibles de pensar hace pocos años, internet y la tecnología convierten el futuro en algo imaginable. En este post vengo hablar de algo con poco futuro: las cookies.

Podemos hacer premisas y barajar opciones de cómo serán los siguientes años, pero siempre van a aparecer jugadores disruptivos que rompan con todo y cambien aquello que pensábamos que nunca iba a cambiar. 

Creo que no me equivoco si afirmo que somos muchos los que pensamos que las cookies estarían siempre con nosotros, pero ¿existe siempre? Si prestamos atención a lo que nos dice el pasado, encontramos que los estoicos ya hablaban de que todo lo que tenemos en la vida es un préstamo del universo, que se puede ir en cualquier momento. Por eso el futuro de las cookies quizá solo está en el presente.  

«Todos los buenos momentos y todos los malos momentos son temporales. Nada dura para siempre».

Jim Rohn.

Cuando llegaron las cookies nadie sabía qué era eso, solo sabíamos que era un aviso, que aparecía en las webs. 

Tardamos años en saber quiénes eran y por qué estaban ahí. Nos volvimos locos creyendo que nos escuchaban, leían nuestros mensajes, subían el precio de los vuelos o que hasta nos seguían. 

Muchos no sabemos si las cookies son nuestras amigas o nuestras enemigas, pero sabíamos que siempre estaban ahí. 

¿Qué clase de galleta son las cookies? ¿son esas galletas saludables que podemos comer sin miedo o son esas galletas que nos pide nuestro cerebro por pura adicción? 

El futuro es incierto, pero hay ciertas tendencias que son claras y una de ellas es la ética. Internet fue durante mucho tiempo un pequeño lugar sin ley, poco a poco se fue regulando y cada vez son más los que reclaman equidad.

Quizá sea un poco loco pensar que no es casualidad que en un mundo donde lo saludable es moda, algo denominado cookies va a desaparecer, pero si analizamos el porqué de estos dos futuros tan dispares entendemos que comparten un motivo: los usuarios queremos saber. 

Queremos saber qué comemos, qué pasa con nuestros datos. Queremos consumir sabiendo qué estamos consumiendo. Y es por esto por lo que países como Australia se atreven a poner leyes en ese lugar que parecía ingobernable o por qué Europa empieza a determinar cuáles son las reglas del juego. Este es uno de los motivos, por el que se habla de la desaparición de las cookies de terceros. 

Antes de hablar de terceros, hablemos de primeros: 

¿Qué es una cookie? 

«Las cookies son archivos creados por los sitios web que visitas y la caché de tu navegador, la cual ayuda a que las páginas se carguen más rápido. Te permiten navegar más fácilmente por la web».

Blog Google

Las cookies marcan nuestro camino. Dejan nuestro rastro en un mundo donde pensábamos que éramos anónimos. La leyenda cuenta que se llaman así recordando al cuento de Hansel y Gretel, donde ellos dejaban migas para saber por dónde habían pasado. 

Las cookies almacenan una gran cantidad de datos que pueden ser utilizados con fines marketinianos. 

De manera general distinguimos: cookies de origen y cookies de terceros. 

Las primeras son las que existen en el dominio que se está visitando, en las cuales la información se guarda directamente. Las segundas, o terceras ;), son aquellas que permiten que nuestros datos lleguen a otras empresas, es decir, a terceros. 

Uno de los cambios más grandes que nos trae presente con sabor a futuro es la eliminación de estas cookies de terceros y la gran pregunta que muchos nos hacemos es: ¿qué va a pasar? 

El futuro de las cookies.

Está claro que el marketing online no va a desaparecer, pero una vez más tendremos que adaptarnos a este cambio. 

Un gran ejemplo de todo esto lo vivimos recientemente con el cambio a iOS 14.5.

Nadie sabe qué va a pasar cuando las cookies de terceros desaparezcan. Se habla de nuevas tecnologías que pueden rastrear a los usuarios de manera muy similar a las cookies, pero de manera más ética, ya no es un usuario, es una serie de acontecimientos que se mezclan con los ID del sistema, las direcciones IP, los registros, etc. Tecnologías como: Local Storage, IndexedDB, Web SQL, Customer Data Platform, Zero Party Data,  tienen un pie en el futuro. 

Es por esto por lo que empresas como Arena.Im o Taped vienen pisando fuerte y no tiene problema en asegurar que sus servicios son más seguros para los usuarios, pero mucho más efectivos para las marcas, porque ya no jugamos con un solo dato, sino con la mezcla de muchos datos diferentes. 

Todo indica que en el futuro la publicidad que aparecerá en nuestros dispositivos no dependerá tanto de cómo navegamos sino de todas nuestras acciones. Una cosa está clara, aún no sabemos exactamente qué tecnología del futuro va a sustituir a las cookies, pero lo que sí sabemos es que algún día esa tecnología también va a ser sustituida. 

Porque esto es lo apasionante del marketing online, adaptarse al cambio que aún no llegó. 

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